jueves, 10 de octubre de 2013

Rendicción

Cuthbert, nuestro portero zambiano -que debe de estar sorprendido por los sobres tan gordos que me llegan-, me entrega el correo de hoy. Entre facturas y otros asuntos despreciables, un envío contiene Rendicción, el segundo poemario de Mario Martín Gijón. Mario es un joven poeta y profesor de la Universidad de Extremadura, cuya juventud no le ha impedido distinguirse ya como uno de nuestros principales ensayistas literarios: ha ganado todos los premios posibles, en este género, en España, como el "Gerardo Diego", con su estudio sobre Máximo José Kahn, y el "Amado Alonso", con otro excelente trabajo sobre José Herrera Petere, ambas figuras del exilio republicano español, en el que Mario -miembro del Grupo de Estudios del Exilio Literario de la Universidad Autónoma de Barcelona- está especializado, aunque es muy reseñable también otro ensayo suyo: Los (anti)intelectuales de la derecha en España. De Giménez Caballero a Jiménez Losantos, publicado por RBA en 2011, en el cual, con una perspectiva no solo filológica, sino también sociológica y política, aborda el espíritu destructivo de los paladines de la reacción en nuestro país, y analiza sus causas. En su opinión, por ejemplo, Jiménez Losantos se ha convertido en el energúmeno de la caverna que es por despecho ante el rechazo de la intelectualidad catalana de izquierda, en la que luchó muchos años por integrarse, desde sus orígenes comunistas. (Alguien debería estudiar, por cierto, estos viajes ideológicos extremos: Jiménez Losantos, desde Lenin hasta la COPE; Pío Moa, desde el maoísmo y el GRAPO hasta Intereconomía; Jon Juaristi, desde ETA hasta el PP; y tantos otros. Para mí que una necesidad de absoluto, en personalidades inmunes a la incertidumbre, o acaso aterrorizadas por ella, determina tránsitos tan inverosímiles. Aunque, en realidad, no se mueven: están siempre en el hoyo de la verdad, una verdad llameante y clorhídrica, con independencia del color del que sean sus paredes). Pero decía que Mario, ensayista notable, ha publicado su segundo libro de poemas, tras Latidos y desplantes. Rendicción aparece en Amargord, un sello muy activo y prometedor, con un perspicaz prólogo de Benito del Pliego. Lo más llamativo de la poesía de Mario Martín Gijón es su intensa sentimentalidad, vertida en el molde de un lenguaje fracturado, de un lenguaje, a veces, imposible. El conocimiento cabal de la vanguardia se pone, en sus versos, al servicio del cultivo de los sentimientos esenciales, como el amor, o, más exactamente, como la lucha inacabable de los amantes por vencer a la separación y el desencuentro, y reunirse, fundirse, consumarse. En los poemas de Mario, el lenguaje se abandona a una promiscuidad morfológica, y las palabras se quiebran, se desatornillan, se desmenuzan. Muchas palabras ven crecer, de pronto, en su interior letras, sílabas ajenas, como extrañas criaturas simbióticas, que las transforman en otras cosas, o incluso contrarias, al mismo tiempo. Las barras, los guiones, los paréntesis alumbran términos anómalos, cuya anomalía consiste en proponer otros significados, sin abandonar los anteriores. O bien sílabas, sufijos o prefijos saltan de un verso a otro, haciéndose ellos mismos, mutilados, crecientes, palabras. Lo previsible, lo consolidado del lenguaje tiene poco sentido en Rendicción. Todo puede ser aquí otra cosa, y todo se multiplica. Y es fascinante observar esa feracidad genésica, ese trascender los límites, definitorio del espíritu de vanguardia, que campea en el libro. Frente a las estéticas acomodaticias, frente a cierto tradicionalismo que es solo un pretexto para la inacción ("muchas ranas perezosas croan en el estanque de la tradición", escribió el gran Cristóbal Serra), la poesía de Mario Martín Gijón supone un zarandeo combativo, una ebullición regeneradora. Dejo aquí uno de sus poemas.

sI go ciego

Zur Blindheit über-
redete Augen
                    éramos
luz y si me di
                    ce
                        nit
en tu piel red(e/u)cido
per(ex)sistiré aunque cie
                                     go
zaremos [y] seremos
contra la ce(gu/rt)e(r/z)a

1 comentario:

  1. Gracias, Eduardo, por tus palabras y por tu vigorosa lectura de "Rendicción". Un abrazo y hasta pronto

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